Ha captado mi atención el número de personas que en verdad creen que el mundo cambiara drásticamente los días 21 de Mayo del 2011 o el 12 de Diciembre del 2012.
Las razones de cada teoría son diferentes, debatibles y no me interesa hablar sobre eso, lo que me intriga es porque hemos elegido creer que habrá un cierto “fin” para los seres humanos en una fecha en particular.
Filosóficamente hablando el tiempo no existe y tal vez ninguno de nosotros este vivo, sin embargo hemos elegido creer en que el tiempo nos rige y que tenemos vida e influencia sobre nuestro entorno, la postura es parecida a la del fin del mundo tal vez el fin o el inicio siempre ha estado ahí y solo aparecerá cuando nosotros decidamos que aparezca.
Se que suena confuso pero al final del día las personas que elijen creer en alguno de estos eventos es porque tienen un temor a estar solos en el mundo, universo o como quieran definirlo, tienen temor de que ninguna deidad este presente en sus vidas para ayudarlos, castigarlos o guiarlos.
Probablemente debería terminar este artículo con la clásica pregunta de “¿Qué harías si mañana fuera el último día de tu vida?” pero se que muchos responderán lo siguiente:
a) Pasaría el día con mi familia y amigos
b) Declararía mi amor a la persona que siempre me ha gustado
c) Ninguna de las anteriores, yo vivo mi vida al máximo todos los días
De esas tres respuestas supuestamente la “C” es la correcta pero creo que es la mas hipócrita de todas, seamos honestos si en verdad creyéramos que el fin esta cerca no iríamos a la escuela ni a trabajar, solo disfrutaríamos de los placeres de la vida y no dudo que existan personas que así lo hagan.
Para concluir de una manera realista creo que debemos procurar terminar cada día satisfechos con nuestras acciones en el trabajo, escuela, medio ambiente, amigos o familia tal vez sea imposible hacerlo siempre y habrá días en los que tu humor y circunstancias no te lo permitirán pero si llegara algún acontecimiento apocalíptico sabrás que habrá valido la pena intentarlo.
Atentamente
Adrián Patlan
